Respaldo científico

Ozycaps es resultado de una innovación tecnológica patentada que permitió transformar el aceite ozonizado en polvo, manteniendo los beneficios del ozono en la salud

GERMICIDA/MICROBICIDA

La característica principal del ozono es su gran actividad microbicida. Ejerce su acción mediante lipoperoxidación de la membrana celular bacteriana o de las cápsides virales, logrando ser un modulador del estrés oxidativo biológico, es decir, oxida compuestos orgánicos, entre los que se incluyen hongos (entre otros de los géneros Aspergillus, Candida, Microsporum, Trichophyton, Epidermophyton y Malassezia), virus y bacterias (entre otras de los géneros Enterococcus, Pseudomona, Sstaphylococcus, Escherichia y Listeria). La acción del ozono es inmediata ya que elimina a estos microorganismos y deja como residuo oxígeno puro (O2), por esta razón, el ozono es un poderoso agente germicida natural y un antiparasitario de gran eficiencia.
Numerosos estudios han demostrado su utilidad contra Helicobacter pilory, así como contra diversos virus como el H1N1, dermatofitos y parásitos como Giardia lamblia.

FORTALECE EL SISTEMA INMUNOLÓGICO

Otra de las grandes cualidades del ozono es que fortalece el sistema inmunológico: En investigaciones en pacientes con diferentes enfermedades infecciosas se demostró su influencia sobre la corrección inmunológica en los indicadores de la inmunidad celular y humoral, tanto en la específica como en la no específica cuando se administra por vía oral. En todos los casos, independientemente de la patología infecciosa estudiada, la aplicación del aceite ozonizado permitió en breve plazo la normalización del contenido absoluto y porcentual de los linfocitos T, disminuyó la cantidad de linfocitos B e incrementó la fagocitosis.

ANTIOXIDANTE

Por otro lado, el ozono es un modulador del estrés oxidativo intrínseco y también del generado por factores externos como tabaco, estrés y contaminación ambiental mediante una pequeña y controlada oxidación que estimula e induce la actividad de enzimas antioxidantes propias de las células humanas: la superóxido dismutasa (SOD), la catalasa (CAT) y la glutatión peroxidasa (GPx) principalmente, contribuyendo a la prevención de las enfermedades producidas por el estrés oxidativo.

ANTIINFLAMATORIO

Inhibe la producción de mediadores de la inflamación como el Factor Nuclear KB y mejora la circulación sanguínea local porque mejora la entrega de O2 a los tejidos.

PROPIEDADES DEL ALOE VERA

La actividad de Aloe vera es mejor cuando se administra por la vía oral. Tiene propiedades cicatrizantes, antiinflamatorias y regeneradoras de piel y mucosas. Inhibe la ruta del ácido araquidónico a través de la ciclooxigenasa, por la inhibición de la producción de histamina (lactato de magnesio) y por la degradación de bradiquinina y tromboxano.
Estudios científicos han demostrado la actividad antibacteriana y antiviral del Aloe vera.

ALOE VERA Y APARATO DIGESTIVO

Mejora el funcionamiento del aparato digestivo: Protege la mucosa estomacal ante las secreciones ácidas. Por su efecto regenerador y antiinflamatorio está indicado en gastritis, úlcera péptica gastroduodenal y colon irritable, resuelve la sintomatología propia de estos padecimientos como por ejemplo gases, ardor de estómago, úlcera péptica, distensión abdominal, síndrome de colon irritable, restaura y normaliza la digestión y mejor las condiciones del estómago y del intestino delgado, en el que protege la mucosa y evita la acumulación de toxinas, el desarrollo de microorganismos patógenos contribuyendo además a mejorar la digestión y evitar los síntomas antes indicados.

ALOE VERA + OZONO

La combinación del polvo de aceite de ozonizado con Aloe vera tiene como objetivo potenciar el efecto antioxidante, contribuyendo a la prevención de las enfermedades producidas por el estrés oxidativo, además de ayudar a fortalecer las respuestas inmunes celular y humoral, específica e inespecífica; incrementa el porcentaje de los linfocitos T, disminuye la cantidad de linfocitos B e incrementa la fagocitosis.

¿QUÉ HACE EL SISTEMA INMUNE?

El sistema inmune debe responder adecuadamente a las agresiones externas y a los errores de reproducción celular del cuerpo: no debe ser tan débil para no defender adecuadamente al organismo de estos patógenos o células potencialmente cancerígenas, ni tan agresivo para provocar alergias o atacar a las células o tejidos sanos del propio individuo; su correcto funcionamiento implica una modulación que mantenga esta respuesta dentro de parámetros adecuados.

OZONOTERAPIA, CITOCINAS Y ESTRÉS OXIDATIVO

Una parte fundamental de esta regulación está a cargo de las citocinas, las cuales son moléculas que establecen una comunicación química entre las células del sistema inmune para incrementar o limitar su actividad. La señal de estrés oxidativo emitida por la ozonoterapia induce la síntesis de citocinas inmuno-estimuladoras e inmuno-supresoras y de anticuerpos (inmunoglobulinas); estas últimas son moléculas encargadas del ataque directo a los patógenos invasores.
Ambos tipos de citocinas se regulan entre sí, por lo que no hay riesgo de que su síntesis y liberación conjunta sea excesiva; de hecho se reportan efectos benéficos de la ozonoterapia lo mismo en personas con reacción inmune exagerada (con padecimientos autoinmunes o alérgicos) como con respuesta inmune disminuida.

LINFOCITOS CD-4
Los linfocitos CD-4 son un tipo de células del sistema inmune que lo alertan sobre la presencia de organismos extraños y lo activan para que ofrezca una defensa eficaz ante los patógenos; también detectan y avisan sobre células del propio cuerpo cuya replicación haya sido deficiente con el mismo propósito, que el sistema inmune las neutralice. Desafortunadamente estas células son el sitio ideal para la reproducción del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), razón por la cual un paciente infectado con este patógeno ve reducida su capacidad de respuesta inmunitaria y es fácil presa de cualquier otra infección.

LINFOCITOS CD-8
Otro tipo de células del sistema inmune son los linfocitos CD-8, encargados de la destrucción de las células del propio organismo infectadas por bacterias o virus. Ejercen su acción al inyectar en las células invadidas enzimas tóxicas que causan su destrucción e impiden que el microorganismo patógeno que las infecta se multiplique a expensas de su maquinaria celular y pueda alcanzar a otras células o tejidos del cuerpo.

OZONOTERAPIA Y ACTIVACIÓN DEL SISTEMA INMUNE

En cuanto a la participación de la ozonoterapia en la activación del sistema inmune se ha visto que la exposición de la sangre al ozono por tan solo un minuto permite la liberación de interleucina 8, una citocina que atrae a las células inmunitarias hacia el sitio de infección en donde ejercen su labor de defensa; la reinfusión a pacientes inmunosuprimidos de la sangre expuesta al ozono puede ayudarles en enfermedades virales crónicas.

¿QUÉ ES UN VIRUS?

Los virus son microorganismos considerados no vivos porque no pueden reproducirse a sí mismos. Los virus no tienen membrana, son una tira de ADN o de ARN. En algunos casos, este material genético está rodeado de una capa de proteínas llamada cápside, y algunos tienen una envoltura lipídica. Los virus requieren de un receptor y a veces de un coreceptor en las células humanas para ser introducido a las mismas. Dentro de la célula se inserta en nuestro material genético, y cuando nuestras células se reproducen, también reproducen al virus. Finalmente, el virus es ensamblado en el retículo endoplásmico rugoso y en el aparato de Golgi. Después, habitualmente se destruye la célula que hospeda al virus y lo libera para que vaya a infectar otra célula.

REPRODUCCIÓN VIRAL

El virus SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad Covid-19, al igual que cualquier otro virus, se replica apoderándose de la maquinaria genética de las células a las que infecta para sintetizar cientos o miles de copias de sí mismo, las cuales salen de la célula infectada, se dispersan por el organismo e infectan otras células, en donde repiten este mecanismo(1)
Es decir, para replicarse el virus necesita ingresar a la célula que infecta, y para ello debe reconocer ciertas moléculas de la membrana celular: sus propios ligandos se adhieren a receptores específicos de la célula y con ello inicia la penetración. Como se observa, la integridad de las moléculas de las superficies del virus y de la célula es fundamental para la realización del ciclo vital, y en la medida en que dichas moléculas sean modificadas será posible detener la infección(2).

¿CÓMO ACTÚA EL OZONO CONTRA UN VIRUS?

Como ha sido ampliamente documentado(3), el mecanismo de acción del ozono y sus mensajeros en el organismo consiste básicamente en la oxidación de sitios especialmente susceptibles en los lípidos y proteínas de las membranas celulares. Como muchos virus requieren que las glicoproteínas de las membranas de las células a las que infecten se encuentren en su forma reducida (R-S-H) y la oxidación de la ozonoterapia modifica completamente su estructura electrónica (R-S-S-R), el reconocimiento se vuelve imposible, y por lo tanto se interrumpe la adsorción del virus a las células, lo que rompe su ciclo replicativo.
El ozono también inactiva algunos virus de forma directa mediante la oxidación tanto de los lípidos y proteínas de los grupos sulfhidrilo de sus cápsides(4), que al perder su estructura electrónica son incapaces de reconocer los receptores de las membranas celulares. Pero el ozono también altera los ácidos nucleicos virales e imposibilita su replicación, por lo que aunque el deterioro de las membranas celulares y a las cápsides virales no sea suficiente como para impedir la adsorción, el daño al material genético puede ser suficiente para romper el ciclo de replicación viral y terminar con la infección(5).

El coronavirus tiene en su cápside y en sus ligandos una región rica en cisteína(6), cuya estructura es esencial para su adhesión a la membrana celular(7-8), por lo que puede ser especialmente lábil a la acción de la ozonoterapia(9).

• El ozono causa daño al virus por peroxidación.
• El ozono puede dañar a los virus en diferentes sitios de su estructura: directamente al ADN o al ARN, a la cáspide o a la envoltura lipídica.

Está científicamente comprobado que el ozono es útil en contra de los siguientes tipos de virus:

• Poliovirus
• Virus con y sin cáspide
• Herpes simple
• H1N1
• Vaccinia virus
• Virus de la Estomatitis Vesicular

CORONAVIRUS Y OZONO

El virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, tiene además de los componentes mencionados, unas prolongaciones que son aminas, y que son justamente las estructuras que reconocen los receptores de las células humanas para introducirlo a las mismas.
En el caso específico de SARS-CoV-2 se asume* que el ozono causa un daño en el virus justamente allí: en las aminas, impidiendo la fusión y penetración del virus a las células humanas.
El ozono también causa daño directo al resto de la estructura del virus: ARN o ADN, cápside o envoltura lipídica.
Una forma más en que la ozonoterapia puede actuar contra los virus es mediante la modulación del sistema inmune, en donde la aplicación de las dosis adecuadas de ozono activa diversas interleucinas y mejora la respuesta contra la infección(10).
En el caso de infecciones virales, desde hace muchos años fue demostrado que el ozono aplicado en sangre induce la actividad de interferón gama en leucocitos(11), induce citotoxinas y estimula la producción de inmunoglobulinas(3, 12).
En conclusión, la ozonoterapia, una opción médica de muy bajo costo y completamente inocua para el paciente, puede explotar las debilidades del SARS-CoV-2(9), virus responsable de la Covid-19 y convertirse en una herramienta para controlar la pandemia.

Bibliografía

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• Bocci, V. (1994), Autohaemotherapy after treatment of blood with ozone. A reappraisal, The Journal of International Medical Research, no. 22, pp. 131-144
• Kim, C., et al. (1980), Mechanism of ozone inactivation of bacteriophage f2, Applied Environmental Biology, vol. 39, no. 1, pp. 210-218
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• Rowen, R., and H. Robins (2020), A plausible “penny” costing effective treatment for corona virus – ozone therapy, Journal of Infectious Diseases and Epidemiology, no. 6:113
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• Scwhartz, A. y G. Martínez-Sánchez (2012), La ozonoterapia y su fundamentación científica, Revista Española de Ozonoterapia, vol. 2, núm. 1, pp. 163-198